miércoles, 25 de octubre de 2006
Los hijos de Lir | Cuenta Cuentos
Cuatro hermosos niños, dos hombres y dos mujeres, eran el orgullo de su padre, el rey Lir. Pero como la felicidad no es para siempre la madre de los niños enfermó un buen día y murió. El rey intentó conjurar la soledad y la tristeza que lo embargaba casándose con la hermana de ésta, similar en hermosura pero tan mala y dueña de las fuerzas oscuras como buena y luminosa lo fue su hermana.
A medida que los niños crecían el amor de su padre se hacía también más fuerte y pronto fue inevitable que Aiofe, la nueva esposa, cocinara unos celos que terminaron transformándose en un odio irrefrenable hacia los niños. Así que un buen día los lleva con engaños al bosque y les da de tomar un brebaje que los convierte en cisnes, pero además les otorga dos “dones”: un día al año recobrarán su forma humana, pero morirán inmediatamente si sus pies tocan tierra; y tendrán unas voces maravillosas y sus cantos despertarán la codicia de los hombres por poseerlos. Pero los vaticinios de la Bruja Aiofe no se cumplen y los cisnes logran sobrevivir gracias a ayuda de inesperados personajes, durante 7 años.
Cansada de la obstinación de los hijos de Lir por seguir vivos Aiofe decide capturarlos y encerrarlos bajo tierra hasta que, según dicta su maldición, recobren su forma humana y mueran. Pero justo en el momento final, cuando la muerte de los niños, ahora jóvenes, parece inevitable, surge un final inesperado que restaura el amor filial, el bien y marca el inicio de la justa venganza.
Esta historia, basada en un mito irlandés, y bellamente narrada por MacGill-Callahan tiene la virtud de mantener la tensión literaria desde el inicio, sin aflojar en ningún momento, hasta llegar a la última página. La historia está llena de elementos mágicos, como las viejas historias clásicas, brujas, reyes que caen en la locura y animales que hablan. La ilustración de este álbum es un tema aparte. Gennady Spirin es un reconocido ilustrador ruso que ha sabido darle a la historia una personalidad propia y perfectamente adecuada a la historia que se narra. Sus ilustraciones acompañan muy de cerca al texto y en varias oportunidades nos dan el placer de disfrutar de ellas a doble página.
Autor: Sheila MacGill-Callahan
Ilstrador: Gennady Spirin
Editorial: Lumen
Librería: Ibero (Larcomar)
Edad: a partir de 5 años.
Precio: S/.29
jueves, 19 de octubre de 2006
El Brujo, el Horrible y el Libro Rojo de los Hechizos | Cuenta Cuentos
En lo alto de una colina se erguía un castillo, hogar de Leitmeritz, al que todos acudían sin escatimar esfuerzo alguno por los miles de escalones que tenían que remontar. Y es que allí, este buen brujo se dedicaba a curar los males y penas de cuanta hada, ogro o unicornio que se lo pidiese. Pero como se exige en estas situaciones, Leitmeritz tenía un ayudante que le aligeraba el trabajo pesado y que andaba con el corazón entristecido porque, cada vez que tenía que ir al pueblo en busca de provisiones, la gente se refería a él como el hombre azul y horrible.
Un buen día, el brujo tiene que salir de viaje y Chancery, nuestro horrible protagonista, decide utilizar su libro rojo de los hechizos para dejar de ser feo, pero como no contaba con que éste sólo podía ser utilizado por brujos, los efectos que obtiene no son los esperados. Todas las letras y la sabiduría que contenía vuelan por los aires como una explosión de fuegos artificiales para, inmediatamente, volver a entrar al libro rojo pero con un orden muy distinto del anterior.
Cuando regresa Leitmeritz y retoma su trabajo de médico mágico, no comprende por qué no puede convertir al sapo en príncipe y sólo consigue darle una divertida cubierta de colores, o cómo así logra que el Dragón escupa pompas de jabón celestes en vez de curarle el dolor de garganta. El caso se pone realmente difícil cuando el rey, que ahora había cambiado el dolor de cabeza por un dolor de pies (al cambiarle la cabeza y ponerle un enorme pie en ella), amenaza con matarlo si no lo deja como antes. En este momento Chancery se da cuenta de que no puede ocultar por más tiempo su error y confiesa todo. El Brujo lo perdona pero, para poder restituir el orden correcto al libro rojo de los hechizos, Chancery tiene que conseguir lo que le pidió, sin utilizar la magia. Él hace todo el esfuerzo del que es capaz, peinándose y acicalándose, pero sólo logra provocarse una risa incontenible, la que, en definitiva, le será suficiente para que la gente del pueblo se refiera a él como “el hombre azul de la enorme sonrisa”.
La idea no es para nada nueva: la búsqueda de nuestra belleza interior y la aceptación de uno mismo que cambia mágicamente la mirada que los otros tienen sobre nosotros (y así, también, la nuestra propia). La hemos visto inclusive en películas como Shrek. Sin embargo, esta nueva versión muy personal es una propuesta digna de ser disfrutada. La narración textual juega a contrapunto muy bien con la narrativa visual. Ambas son conscientes de sus posibilidades comunicativas, sus alcances y capacidades en la narración de una historia y ambas se tratan con respeto y complementariedad. Hay un momento de la historia que nos cuenta sobre los esfuerzos de Chancery por verse más bello; en primer lugar lo hace el texto y luego éste le cede el paso a las ilustraciones. Ambos cuentan lo mismo pero consiguen efectos diferentes en el lector. Otra característica de la obra, que la hace sumamente recomendable, es que está plagada de muy buen humor.
Pablo Bernasconi, el autor, nació en Argentina en 1973 y se dedica al diseño gráfico y a la ilustración. Sus libros han sido editados en diversos idiomas y por ellos ha recibido premios en varios países.
Autor: Pablo Bernasconi.
Librería: Atlántida.
Precio: S/. 28.
Editorial: Sudamericana.
Edad: a partir de 4.
jueves, 12 de octubre de 2006
Tres brujas | Cuenta Cuentos
Tres hermanas, cada una más fea y mala que la otra, vivían juntas en una horrible casa que todo el mundo evitaba, especialmente los niños, que pasaban por enfrente a toda carrera. Todos menos un par de niños a quienes la silenciosa amenaza de aquella casa y de sus habitantes parecía no infundirles ningún temor. Más aún, se paseaban despreocupados y cogidos de la mano, riéndose de quién sabe qué cosas.
Pero si a cualquiera de nosotros nos extrañaría una actitud tan temeraria, el asombro de las tres brujas era tan grande que terminaban sintiéndose indignadas. Tanto, que un buen día tuvieron que raptarlos para someterlos a un feroz interrogatorio: ¿por qué ríen?, ¿por qué andan tomados de la mano?, ¿por qué no nos temen? En lugar de asustarse, los niños, que tenían muy buen ánimo, se sintieron felices y las hermanas les parecieron muy simpáticas. El diálogo y la actitud tan singulares de los niños terminó por ablandar a las tres brujas que estallaron en carcajadas. Debido a la falta de costumbre en el batir de mandíbulas, sin embargo, la risa provocó que éstas explotaran. Felizmente, para ellas, su condición de brujas les permitió volver a juntar y pegar sus pedazos, solo que no lo hicieron de la forma acostumbrada, esta vez sus rostros mostraban tres enormes sonrisas.
Bajo esta historia dormita, en ebullición, una idea bastante interesante: los seres humanos nos contagiamos, sin querer y con mucha eficacia, nuestros estados de ánimo, sentimientos y actitudes. Por lo general una persona, más aún un niño, termina moldeado por su entorno. clima gris produce niños grises y climas soleados producen niños con luz propia, (claro, con la salvedad de que existe siempre un fuerte componente biológico en la determinación del carácter). El caso es que nuestras brujas terminaron explotando cuando fueron sometidas a influencias extrañas, pero pudieron reconstruirse y permitirse “renacer” para encarar la vida de otra manera. La posibilidad que tienen las personas de cambiar es otra idea que subyace en la historia.
Las ilustraciones están hechas con gruesas pinceladas y en colores básicos de tonos fuertes que captan, casi como en una especie de hipnosis, la atención de los niños durante su lectura. La narración gráfica acompaña muy bien a la textual. Ésta última va marcando la guía de la historia y las ilustraciones aportan sensaciones fuertes en cada una de las escenas que transcurren que le permiten al lector introducirse en la historia: de alguna manera los gráficos funcionan como una llave que abre la posibilidad de dejarse llevar por la magia de la historia hacia niveles más profundos.
El autor, Grégoire Solotareff, de origen ruso nació en Alejandría, Egipto, y vive actualmente en Francia. Si bien estudió medicina se dedicó tempranamente a la escritura y el dibujo y tiene una larga lista de títulos que han sido traducidos a muchos idiomas, (inclusive el japonés).
Autor: Gregoire Solotareff.
Editorial: Corimbo.
Precio: S/. 48
Edad: de 4 años para adelante.
Librería: Atlántida, (José Larco 720, Miraflores / CC. El Polo Tda. 119 / Plaza Lima Sur Tda. 125).
miércoles, 4 de octubre de 2006
El higo más dulce | Cuenta Cuentos
El Sr. Bibot era un dentista que vivía en un pequeño departamento junto con Marcel, su pequeño perro que hacía de mascota pero que podríamos reconocer más bien como su víctima, si observamos el carácter obsesivo, rígido y profundamente egoísta de este personaje. Un buen día, luego de hacerse de rogar, accede a atender a una anciana. Después de auscultarla, con una sonrisa que anuncia su secreto placer por el dolor ajeno, le extrae una muela. Finalmente la anciana, que no tiene dinero, le paga el favor con dos higos que anuncia como mágicos porque tienen la facultad de cumplir los sueños. El pasmo de Bibot deja rápidamente paso a su ira y expulsa a la anciana sin las pastillas contra el dolor que le prometiera. Esa tarde que llega a su casa decide comerse uno de los higos antes de irse a la cama y a la mañana siguiente, luego de un reponedor descanso, sale a dar un paseo con Marcel.
Caminando por las calles de París y propinándole fuertes tirones a Marcel cada vez que este se detenía a disfrutar de algún olor particularmente interesante, observa su reflejo en el ventanal de un restaurante para ver con espanto que se encontraba en ropa interior. En su huída nadie se detiene a observarlo porque todos están absortos viendo como la torre Eiffel se dobla como si estuviera hecha de goma, exactamente como lo soñara todo la noche anterior el Sr. Bibot. Obviamente no iba a desperdiciar el segundo higo. Se toma unos día antes de comérselo para entrenarse mentalmente y provocarse el sueño soñado de convertirse en el hombre más rico del mundo, pero cuando se siente preparado y está a punto de zamparse el dulce fruto, Marcel, como movido por las secretas indicaciones de Némesis, actúa de manera inesperada dándole a la historia un no menos inesperado y feliz final.
Este álbum ilustrado es bastante representativo de la obra general de Chris van Allsburg, (a diferencia de “Mal día en Río Seco” que reseñáramos también en este blog), porque presenta el tipo de ilustraciones al que nos ha tenido acostumbrados: trazos con lápices en tonos grises y marrones, muy realistas y de ricos detalles. El contrapunto entre el discurso textual y el gráfico se da con cierta intensidad en toda la obra. Si bien podemos apreciar que el texto mantiene siempre cierta hegemonía al momento de contar la historia, la narración gráfica cobra importancia porque nos introduce con destreza en las personalidades de cada uno de los protagonistas, Esto se logra con las imágenes de ambos, del dentista y de la mascota, pero también nos enteramos sobre ellos a través de sus objetos y su entorno: la imagen de un departamento ordenado y pulcro hasta el extremo nos habla con mucha claridad sobre la obsesiva personalidad de su dueño.
Ya hemos dado algunos datos biográficos del autor y hemos mencionado varios de los premios y del reconocimiento que se ha ganado a pulso con toda su obra. El título que acabamos de presentar es un buen representante de esta interesante producción y debería ser un imprescindible en toda biblioteca.
Autor: Chris van Allsburg.
Editorial: FCE.
Precio: S/. 47 (con el 15% de descuento si se compra en efectivo).
Edad: de 4 años en adelante.
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