jueves, 28 de septiembre de 2006
Nadarín | Cuenta Cuentos
Un cardumen de jóvenes pececitos, como una enorme mancha roja, disfrutaba de las tranquilas aguas entre los arrecifes. De entre ellos se distinguía uno en especial, no solo porque era negro como el profundo fondo marino, sino porque era más veloz que sus hermanos. Un día un enorme y voraz atún se engulle a todos, menos a Nadarín, dejándolo solo en la inmensidad gris del océano. Sin embargo, en su errabundo nadar va descubriendo las maravillas del mar, sus colores y caprichosas formas, y recupera así la vitalidad y alegría perdidas.
Un buen día se tropieza con un grupo de peces iguales a sus desaparecidos hermanos que se escondían presas del miedo en una fría cueva y que se negaban a salir, a pesar de la insistencia de Nadarín, por temor a ser devorados por los peces más grandes. Hasta que nuestro héroe propone una brillante idea, nadar todos juntos y apretados formando la silueta de un gran pez donde el ojo sería obviamente él.
La historia está muy bien contada, los textos cortos y precisos presentan al mismo tiempo algunas flores retóricas que elevan su calidad estética. Las ilustraciones, muy representativas de la obra general del autor están hechas con una técnica que podríamos llamar de “mancha de color” que se presta muy bien al espíritu de la obra. Ambas narrativas, la textual y la gráfica se acompañan muy bien y aportan, cada una, información específica para el lector.
La lectura entre líneas de la obra, el mensaje, es bastante simple: la unidad hace la fuerza. Sin embargo, no debemos pensar que el mensaje está expresado de una manera directa que raya con la ramplonería. Muy por el contrario y dada la calidad literaria de la obra este mensaje se sugiere con sutileza estética. Existen otros mensajes también importantes que se identifica, uno de ellos, a través de la actitud de Nadarín cuando apuesta por la vida y sus placeres dejando atrás el dolor por la pérdida del ser querido; o la necesidad de evitar un miedo que te inmovilice, cuando vemos a los peces ocultos en una cueva por temor a que se los coman. En resumen una obra que no solo pone en actividad varios sentimientos sino que te invita a pensar.
Leo Lionni nació en Ámsterdam en 1910 y murió en Italia en 1999. Si bien se graduó como economista siguió luego la carrera de diseñador gráfico a la que se dedicaría en adelante. Tiene grandes y imprescindibles títulos en los que tocas temas como el racismo, la utilidad del arte y otros temas en obras clásicas como Frederick, Azulín y Amarillito o El Sueño de Matías.
Editorial: Lumen
Precio: S/. 45, (38.30 con descuento)
Librería: Crisol.
Edad: a partir de 2 años.
miércoles, 27 de septiembre de 2006
Ani y la anciana | Cuenta Cuentos
Ani vivía con sus padres, su abuela, un pequeño hato de ovejas y una cabra en una pequeña casa navaja en el desierto norteamericano. Su vida transcurría entre la escuela y una sencilla vida hogareña de relaciones amorosas con sus padres, pero especialmente intensa con su abuela. Un día antes de empezar a cenar, el calor del hogar se impregna de una cierta solemnidad que antecede un anuncio de la anciana totalmente inesperado, por lo menos para Ani, su “regreso” a la Madre Tierra.
Con esa ya conocida sabiduría del anciano que se encuentra en comunión con la naturaleza, predice además con bastante exactitud el día de su partida “… cuando el nuevo tapete se pueda bajar del telar”.
El corazón de Ani se rebela contra esa fatalidad y observa con angustia el lento pero sostenido avance del tapete bajo los expertos dedos de su madre. Al principio la solución parecía bastante lógica, detener el tejido de su madre provocando situaciones extremas para distraerla de su trabajo y, al final, ante su desesperación, destejer por la noche el trabajo avanzado durante el día.
Cuando el sabotaje y el dolor de Ani se hacen evidentes para la familia su abuela decide explicarle, con todo el amor que le tiene que, por más que se quiera, no es posible detener el tiempo. En ese momento Ani toma la lanzadera que su abuela le había dejado como herencia y sigue con el trabajo que había empezado su madre.
No es que exista una extensa bibliografía sobre el tema de la muerte en la literatura infantil, por lo menos no desde una perspectiva pedagógica, (aunque para ser justos se encuentran más títulos con esta temática en los últimos años), pero son pocos los que tratan la “muerte” con tanta maestría y poesía.
La muerte está presente en la obra desde los primeros párrafos hasta el último y todo el texto está marcado por esa angustia inherente a la mortalidad pero aún así no se siente que sea una angustia que inmoviliza, no por lo menos una que amenace con prolongarse indefinidamente. Y es que Ani, con quien la identificación es inmediata, (porque todos hemos pasado algunas vez por lo que ella está sintiendo, o terminaremos por experimentarlo tarde o temprano), nos enseña con su actitud final el coraje y la sabiduría para sobrellevar esa larga despedida.
Las ilustraciones de Peter Parnall acompañan muy bien al texto imprimiendo no solo el clima general de la obra sino también brindando cierto tipo de información complementaria sobre el contexto en que se desarrolla: el desierto y sus bellos tonos amarillos, (que resaltan en las ilustraciones hechas básicamente en tinta). Miska Miles es la responsable del texto cuya primera edición data de 1971 y que por suerte podemos llegar a ella con bastante facilidad.
Título: Ani y la anciana.
Autor: Miska Miles.
Ilustrador: Meter Parnall.
Editorial: FCE
Precio: S/. 38, (S/. 32 si se paga en efectivo)
Edad: a partir de 6 años
jueves, 14 de septiembre de 2006
Madrechillona | Cuenta Cuentos
Un día el pequeño pingüino recibe de pleno el desaforado grito de su madre. Un grito tan destemplado que lo saca “volando en pedazos”. Y así, como lo oyen, su pico aterriza en las montañas, su cola en la ciudad, las alas en medio de la jungla…, solo sus pies se quedan, como petrificados, en su lugar. Pero luego de un momento éstos empiezan a correr en busca del resto del cuerpo solo que la búsqueda no tiene éxito porque sus ojos andan perdidos en el universo y su pico, que le permitiría gritar por ayuda, se encuentra quien sabe dónde. Cuando empieza a caer la noche y a despuntar el desánimo llega Madrechillona que había estado recogiendo cada uno de los pedazos y cosiéndolos de nuevo, pero llega además con una palabra que restituye y reconforta, llega pidiendo perdón.
Este breve, sencillo y maravilloso álbum ilustrado tiene, además del usual lector infantil, un destinatario adulto que podría y debería, en muchos casos, sentirse tocado por la temática. En el caso de los niños el libro se disfruta sin necesidad de conocer, como es obvio, las profundas interpretaciones psicológicas que se desprenden de él. Sin embargo un adulto de ojo atento y con una actitud de respeto hacia este tipo de literatura, podría identificar con facilidad un mensaje que le atañe directamente y que expresa como la violencia verbal, (un tipo muy común en nuestro medio familiar), desestructura la vida interior de sus víctimas y de cómo restablecer la relación con el niño implica un trabajo en el que se debe hacer gala de paciencia y ternura, (para recoger cada una de las partes del cuerpo de nuestro querido pingüino y coserlas con cuidado). Pero inclusive todo eso no basta, el adulto debe finalmente pedir “perdón”, porque esa sencilla palabra manifiesta una actitud de respeto hacia el niño, un respeto que el niño agredido siente muy en su interior como la base fundamental para construir una relación donde prevalezca el amor.
Si bien el cuento tiene un final feliz, buena parte de la historia se desarrolla en una atmósfera de cierta tensión y angustia existencial. En este aspecto el contrapunto entre el discurso textual y el gráfico distiende mucho la opresión que podría sentir un niño con una sensibilidad algo mayor al promedio. Y es que las ilustraciones, de trazos ligeros y muy expresivos, llenan de un sutil humor toda la obra, permitiendo recorrer las páginas con risas hasta alcanzar el reconfortante final.
Ya hemos hablado anteriormente de Jutta Bauer, gran escritora alemana, cuando reseñamos otra de sus obras, “La Reina de los Colores”, de entre las muchas que ya tiene en su haber.
Autor: Jutta Bauer .
Editorial: Lóguez .
Librería: El Virrey.
Precio: S/. 44 .
Edad: A partir de 3 años.
jueves, 7 de septiembre de 2006
Mal día en Río Seco | Cuenta Cuentos
Un pequeño pueblo perdido en medio del Viejo Oeste, en el que nadie entraba ni salía y que solo se veía interrumpido en su monotonía con el esporádico paso de la diligencia, fue víctima de un hecho inexplicable. Los espantados caballos que tiraban del carruaje mostraban sobre sus cuerpos y fuera de él unas gruesas y aceitosas líneas de vivos colores. El Sheriff, asumiendo su rol de héroe de Western, decide ir en busca del causante de estas extrañas líneas que se fijaban amenazadoramente en toda superficie, de animal, de persona e inclusive en el mismo cielo. La casería se inicia siguiendo el rastro de pánico y colorido oleaginoso dejado por el extraño delincuente, además del de una misteriosa luz que aparecía detrás de los cerros. Con el miedo bombeando en sus corazones se tropiezan con un horrible y esquelético hombre, alto y formado por esas espantosas líneas, que los mira con ojos inertes. Como no puede ser otro que el causante de tanto desastre nuestro Sheriff y su séquito emprenden el ataque cuando una cegadora luz los inmoviliza en una mueca de horror. Una mueca que para el caso del lector será, sin duda, de asombro.
Las ilustraciones de este álbum son radicalmente diferentes a las que nos ha tenido siempre acostumbrados Chris van Allsburg, a excepción de las dos últimas páginas, donde los dibujos vuelven a adquirir el detalle, realismo y plasticidad usual en el autor. Pero los rasgos firmes, directos y ausentes de todo color en los dibujos de casi todo el libro están perfectamente justificados. En este caso el tipo de ilustración juega un rol importante en el significado narrativo, ningún otro estilo de ilustración hubiese funcionado, (acuarela, óleo o collages). Entre la narrativa textual y la gráfica existe un tácito objetivo común: el de sumergir al lector profundamente en la atmósfera de la obra. No se puede decir, sin embargo que exista un contrapunto innovador entre ambas narrativas, no es que el texto deje de decir cosas para darle espacio expresivo a las ilustraciones o viceversa, por ejemplo. Pero lo más importante del álbum es que incluye una historia dentro de otra y representa una divertida oportunidad para que los niños vayan descubriendo las maravillosas posibilidades del lenguaje.
Chris van Allsburg, (Michigan, USA, 1949), es un reconocido autor varias veces premiado en su país con el premio Caldecott, el galardón más importante en lo que a literatura infantil se refiere en los Estados Unidos, además de haber sido propuesto para recibir el premio Hans Christian Andersen. Tiene títulos muy buenos que merecerían ser reseñados en este blog y formar parte de las bibliotecas de todos los niños lectores; entre ellos tenemos el Expreso Polar y Jumanji, que han sido llevados al cine y otros como “El Higo más Dulce del Mundo” y “La Escoba de la Viuda”. Todos estos, a excepción del primero, pueden encontrarlos bajo el sello del FCE.
Título: Mal Día en Río Seco.
Autor: Chris van Allsburg.
Editorial: Fondo de Cultura Económica.
Edad: A partir de 4 años.
Precio: S/. 44
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